
Desde hace décadas, Xosé López García, catedrático de Periodismo en la Universidad de Santiago de Compostela, ha realizado valiosos aportes que han contribuido a comprender lo que él mismo definió en 2010 como “la metamorfosis del periodismo”. Una metamorfosis que parece no tener fin, pues los medios de comunicación no han dejado de transformarse y de asumir nuevos retos.
Actualmente, es uno de los investigadores más reconocidos en Europa en el estudio de la comunicación digital, el ciberperiodismo y la transformación de los medios en la era de Internet. Es profesor en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Santiago de Compostela (USC), donde ha desarrollado una destacada trayectoria docente e investigadora. Fue decano de esa misma facultad y ha desempeñado un papel relevante en la Asociación Española de Investigación de la Comunicación (AE-IC). Este año, ICOMTA tiene el honor de contar con su presencia como conferencista magistral en Valdivia, Chile.
Equipo ICOMTA: En su estudio de 2016, usted analizaba el impacto de las redes sociales en el periodismo, destacando cómo los medios de comunicación han tenido que adaptarse a estas plataformas, enfrentando tanto retos como oportunidades. Pero en pocos años el panorama ha cambiado drásticamente: además de lidiar con las redes, que son los grandes canales de desinformación, ahora el periodismo se enfrenta a la IA, que irrumpió casi de forma abrupta y se ha vuelto parte del día a día. En su investigación más reciente aborda precisamente algunos de estos nuevos desafíos, entre ellos los riesgos éticos que plantea el uso de herramientas como ChatGPT. Desde su perspectiva, ¿cuáles son los principales riesgos de integrar la inteligencia artificial en los procesos informativos?
RESPUESTA: La incorporación de la IA en el periodismo y en las organizaciones periodísticas —que es una realidad, con más o menos implantación según los contextos socioculturales— introduce oportunidades y desafíos que hay que situar en el funcionamiento de las sociedades contemporáneas. La IA es un aliado, que puede ser útil, pero hay que gestionarlo adecuadamente. No podemos dejar en las manos de herramientas de alta tecnología la última palabra en los distintos pasos que caracterizan a los procesos comunicativos y a los procesos periodísticos. Estas herramientas que alimenta la IA no tienen compromiso con la verdad, con la veracidad de las informaciones, por lo que las decisiones en su empleo competen a los periodistas, que están comprometidos con la veracidad de las piezas que elaboran y difunden.
Equipo ICOMTA: ¿Cree usted que los retos detectados con las redes sociales se han agudizado o han cambiado de naturaleza en el ejercicio periodístico?
RESPUESTA: Las redes sociales también en un proceso de cambio acelerado. Después de su auge y consolidación, ahora se enfrentan a una nueva fase en la que el impacto de la IA también contribuye al impulso de nuevas dinámicas. La personalización y la interacción está generando renovadas dinámicas, en un contexto en el que se prevé que un porcentaje muy alto de contenidos de redes sociales sea creado por IA, aumenten los flujos, la estrategias para buscar no sólo la captación de atención sino la conexión emocional, la desinformación… El periodismo sigue necesitando estar donde están los ciudadanos y, si están en redes sociales, precisa estrategias de actuación. Lo que no cabe duda es que son los periodistas y los medios los que tienen que diseñar estrategias integrales que contemplen muchas otras vías, además de las redes sociales, para su difusión e intervención social en un contexto cada vez más dialógico, en especial referidas a la creación y gestión de sus comunidades de usuarios.
Equipo ICOMTA: El artículo menciona que el periodismo automatizado aún tiene poca presencia en los planes de estudio universitarios. ¿Qué competencias considera usted imprescindibles que se incluyan en la formación de los futuros periodistas frente a esta nueva realidad?
RESPUESTA: Los periodistas tienen que conocer cómo funciona la sociedad —no se puede contar lo que le pasa a la gente si no se conoce lo que hay detrás de los hechos puntuales— y tienen que disponer de competencias y habilidades en tecnologías actuales. No son tecnólogos, pero cada vez precisan más conocimiento tecnológico, no sólo para su actividad profesional, sino para el trabajo en equipo con otros perfiles muy tecnológicos, de programación, redes… Hay que vencer las barreras de los silos de conocimientos estancos y es necesario llevar adelante trabajos interdisciplinares y transdisciplinares. Los periodistas que salen ahora de las facultades ya están preparados para enfrentarse, al menos en su fase inicial, a estos desafíos.
Equipo ICOMTA: El estudio introduce el concepto de ‘medios sintéticos’, completamente gestionados por IA. ¿Cree usted que este modelo representa una amenaza real para el periodismo profesional o una oportunidad para redefinir el rol humano dentro de la industria?
RESPUESTA: Los medios sintéticos son un realidad. Los medios sintéticos periodísticos no son muy numerosos y creo que su papel tiene unos límites muy definidos y pueden ocupar un espacio en el ecosistema comunicativo. Pero, sí hay medios periodísticos sostenibles —es el reto de las sociedades actuales que viven en Red y en un escenario dominado por la plataformización—, con modelos de negocio que funcionan y con buenos planteamientos profesionales. El periodismo hecho por humanos para humanos seguirá mostrando su utilidad a la sociedad y muchos ciudadanos lo elegirán como su ventana informativa de confianza y creíble.
Equipo ICOMTA: Por último, ¿podría mencionar también algunas oportunidades que ofrece la IA para el periodismo?
RESPUESTA: La IA, como otras tecnologías, aporta muchas fortalezas para el trabajo periodístico si hay un marco de regulación adecuado, la gestión es transparente, se rinden cuentas y se aplica con el objetivo del interés general y el servicio de interés público que tiene la información de calidad.
La IA abre las posibilidades a nuevas dimensiones para el periodismo, no sólo en lo relativo a la eficiencia productiva de las organizaciones de noticias en su conjunto y en el apoyo al trabajo periodístico de aplicación de la preceptiva profesional, donde los periodistas son fuertes, sino también en su cometido vital de preservación de las culturas e identidades en los diferentes ámbitos, en el marco de las distintas culturas periodísticas que conviven en el mundo actual en red.
Los periodistas tienen que centrarse en los humanos y aprovechar las máquinas para lo que son útiles, sin olvidar que “la estupidez siempre insiste”. El periodismo precisa aspirar a ser relevante en la sociedad con IA, pero dando valor con relatos veraces y con múltiples iniciativas que puede aportar para el cultivo de sociedades bien informadas.
